Usa una bolsa de guardar ropa, de las que se les puede hacer el vacio. Metes la carabina y le haces el vacío.
Con unas cuantas bolsas de desecante (silica gel), o en su defecto, arroz seco.
Antes, puedes darle con aceite y un paño por todas la partes exteriores, incluso el interior del cañón.